A NUESTRO GRAN AMIGO Y GUIA, QUE SIEMPRE LO TENDREMOS PRESENTE EN NUESTROS CORAZONES,POR HABER HECHO DE NUESTRO COLEGIO EL MEJOR DE TODOS. GRACIAS POR SIEMPRE  SACERDOTE Y MAESTRO
La ciudad de Arequipa fue cuna del nacimiento de uno de los miembros mas destacados del clero peruano: Monseñor Jaime Núñez Rubatto. Un día 11 de enero de 1926 vino al mundo y desde sus primeros años sintió una inclinación por la vida religiosa, pues se educo en uno de los colegios más prestigiosos de la Ciudad Blanca.
Su vida podemos sintetizarla en dos palabras: Sacerdote y Maestro. Como sacerdote fue un fue un fiel cumplidor de la labor eclesiástica en todos los lugares donde se desempeño, asistiendo a los pobres a ayudando a los más necesitados, inculcando los valores a los fieles y promoviendo instituciones de diversas indotes que hoy día dan testimonio de su labor pastoral. Admirador de Don Juan Bosco, supo tenerlo como guía y ser emulo sobre todo para los jóvenes que siempre vieron en el un ejemplo a seguir. Profeso gran devoción por la Virgen María como madre y protectora de toda la comunidad cristiana.
Se ordeno Sacerdote en diciembre de 1951 y en el año 2001 se le tributo un homenaje por sus Bodas de Oro Sacerdotales, estuvimos reunidos alumnos, padres de familia, trabajadores, exalumnos y autoridades eclesiásticas, etc.
Como Maestro, su labor fue loable y lo seguirá siendo porque en cada corazón toribiano late ese sentimiento de gratitud por su noble entrega, como maestro echó raíces para cosechar frutos.
El Colegio Externado Santo Toribio fue su mayor inspiración, supo darle al plantel una imagen de centro educativo comprometido en la cultura y en la labor religiosa. Tal vez pocos lo sepan, gusto mucho de la poesía especialmente de la de Amado Nervo y parafraseando a este autor mexicano pudo decir: Yo te bendigo vida porque nunca me diste esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida... Vida estamos en paz.
Todos los que conocimos supimos de su bondad, de su preocupación por el colegio, como humano pudo tener sus errores pero eso no quita el recuerdo imperecedero de su grandeza, ahora que ya no lo tenemos en cuerpo, nos queda su espíritu y su ejemplo de entrega.
Dios lo quiso tener a su lado y murió un 18 de febrero de 2003 para vivir eternamente.
Por: Juan Alí Barreto Espinoza
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